Instituto Amanecer Cap.9

Capítulo 9. El mirador de Oxford

La escuela ya no me parecía tan tenebrosa ahora que conocía a sus “mounstros” como solía auto-apodarse Edward. Pronto había descubierto que mi “nueva familia” así pensaba de ellos, tenían cosas asombrosas, Alice podía ver el futuro, y desde que me vio supo que Edward y yo terminaríamos enamorándonos, y claro por eso era que siempre sabia con que ropa vestirme, anticipaba las respuestas de Edward. Era una gran amiga, la mejor que podría desear.

Edward leía mentes, bueno no todas las mentes había una excepción; yo. Lo cual me hacia sentir mejor, moriría de vergüenza si supiera uno solo de mis pensamientos hacia el.

Jasper tenía un don asombroso, podía percibir los estados de ánimo de cualquier persona y alterarlos. Emmett era como el hermano mayor que siempre hacia chistes de la familia. Y Rosalie no solo era mi amiga, se había convertido en mi peluquera oficial, mi confidente y mi amiga, no todo el mundo puede tener el lujo de cortarse el cabello con una vampiresa que trabajo en varias peluquerías de París, y tiene casi un siglo de experiencia. Era increíble como de unos meses para acá me había hecho tan cercana a esa familia de Vampiros. Desde aquel dia en el bosque cuando los vi sin las marcaras humanas habían decidido compartir su mundo conmigo. Mundo al cual “moría” por pertenecer. En cuanto a las personas del instituto los demás ya casi no se me acercaban por el hecho de que siempre estaba con los Cullen, solo Denisse y Charlotte de vez en cuando.

Llegue al final del corredor y me asomé por una de las grandes ventanas del Instituto abrí un poco los cristales y respire el aire puro. El paisaje se veía bien, Amanecer estaba a una distancia considerable de la ciudad, y estaba todo bordeado por bosques y una pequeña carretera. El débil sol que hacia en esta parte de la ciudad, pronto caería y todo se sentía tranquilo.

De pronto me encontré en unos brazos fríos y marmóleos, - ¿mi ángel esta disfrutando de la vista? – me pregunto una voz suave, musical y aterciopelada. – mi corazón se acelero y solo pude asentir con la cabeza. Edward lo noto y soltó una risita. – me encanta provocar ese tipo de reacción en ti. – Me di la vuelta para darle la cara y enarque una ceja.- seguro le pasa a todas las chicas que miras, las deslumbras… - ¿te deslumbro a ti? – pregunto incrédulo como si fuese una aberración. – por supuesto que lo haces Edward a cada instante – musite. – mmm eso es bueno – dijo con una sonrisa y ambos nos echamos a reír.

-Bella hoy mis hermanos y yo saldremos… y había pensado si te gustaría dar un paseo conmigo. – me pregunto picaramente. ¿Qué estaría tramando…?- Edward sabes que no les puedo seguir el paso ni soñando ¿no?- Tonta Bella no te pondré a caminar, tu iras cargada. – dijo como si fuese lo mas normal del planeta. – mmm peso un poco mas que las mochilas que sueles llevar… - Enarco una ceja y mostró una sonrisa torcida. – Tranquila créeme podré contigo… - mmm tengo mis dudas…- dije para provocarlo. – No debiste decir eso- dijo mi vampiro mientras en una serie de acciones rápidas me coloco en su espalda y corrió tan rápido que las paredes de gruesos bloques de piedra se convirtieron en un borrón gris. Comencé a marearme y cerré los ojos, hasta que sentí que nos detuvimos. – Esto… Bella ya te puedes bajar, ya estamos en tu habitación dijo Edward sin rastro alguno de agotamiento- no no puedo… me maree- me volteo con suavidad y me tomo en sus brazos hasta que el mareo se paso por si solo. – ¿entonces vendrás conmigo? Prometo no ir tan rápido la próxima vez pregunto con la misma sonrisita torcida de antes, oh como me gustaba…Atontada y deslumbrada como siempre acepte su invitación sin pensar en absolutamente nada. – Fanfarron – le dije aun medio atolondrada. – y Edward me volvio a mostrar una de sus sonrisas torcidas. -por cierto la puerta estaba cerrada ¿como hiciste para que entráramos?- le pregunte, recordando como habíamos logrado entrar.- emmm… Tome la llave que siempre dejas bajo el tapete. – Como sabi… - Edward me estuviste espiando ¿cierto? – eh… unas cuantas veces… no siempre… - lo mire sonrojada y reprobatoriamente- a las 10 en punto paso por ti.- el acario mis mejillas y desapareció en un parpadeo.

Me quede sola un rato comiendo unas Galletas que me envió Charlie por el correo de la escuela hasta que llegaron Rosalie y Alice. – Hola Bella, lista para hoy? Que te pondrás? Déjame verlo.. Seguro ni siquiera combina, conociéndote tomaste lo primero que había en tu armario. Y ya lo revise de pies a cabeza y déjame decirte que necesitas una salida de compras urgente! – Para Alice!!!! Calma – había dicho todo eso en menos de dos segundos, a un humano normal se le habría enredado la lengua varias veces.

-lo siento, es que estoy entusiasmada con la salida de hoy… - Ya vengo, tengo algo que hacer antes de arreglarme – interrumpió Rosalie y ambas asentimos. – Bueno continuando, vi que Edward va a – oh no mejor no te lo digo… no quiero arruinarlo todo. – dijo Alice fingiendo culpa. – vamos dímelo… no me dejaras con la intriga. –dije casi suplicando- si Edward se entera de que te lo dije, y se enterara me matara… - Alice tu ya estas muerta- dije intentando bromear – hizo un mohín y luego se echo a reír. – de igual modo no te lo diré tendrás que esperar hasta esta noche. – Eres un mounstrito malvado!!!!! – se dio la vuelta dando por cerrado el tema. – Bien entonces como se que no has escogido ningún atuendo supongo que querrás mi ayuda. – Ohh no, esto seria largo… - Si Alice soy toda tuya… -acepte sin mucho ánimo. Dio saltitos Y pusimos manos a la obra. Me vistió con una falda estampada que llegaba justo debajo de la rodilla, una blusa que dejaba ver un poco mis hombros, una bufanda y unas zapatillas. – Oh espera bella durante el camino sentirás un poco de frío- fue hasta su mejorado armario de caoba y me extendió un sobretodo negro, largo y muy moderno que seria solo para durante el trayecto. En cuanto al cabello me hizo bucles que caían en cascada y me puso pasadores a ambos lados, aunque no se veían le daba una forma linda al cabello.

- no puedo negar que quede encantada con mi apariencia. Me veía diferente, y se podría decir que hermosa, claro no comparada con Alice o con Rosalie. - ¿No soy genial? – si Alice eres genial la mejor de las amigas – nos reímos al unísono y ella comenzó a arreglarse y arreglar a Rosalie quien había vuelto de su misteriosa diligencia. Mientras yo bajaba por algo de comida.

Probé unos cuantos bocados del pavo, pero mi estomago ya estaba lleno de mariposas no cabía mas nada…y comenzaba a sentirme mareada. Subí de nuevo a la habitación mientras varios de los chicos me miraban. No me había dado cuenta de que a los ojos de los demás “estaría demasiado arreglada para estar en el instituto y seria raro”

Mañana no había clases por ser día de Consejo de profesores. Así que más de uno haría fiestas, por esa parte me podía relajar un poco. De todas formas nadie le atrevía a preguntar nada a la chica nueva de los huraños Cullen.

- Alice, ¿a donde iremos?- iremos en parejas Bella pero cada una estará en un sitio distinto… por cierto te gustara el sitio que escogió Edward. – dijo guiñando un ojo mientras Rosalie le daba un codazo divertida.

Así paso el tiempo, y llegaron las 10 de la noche. Ya para ese momento las mariposas eran Terodáctilos.

Edward llego puntual a nuestra habitación junto con Emmett y Jasper.

-Buenas Noches Señorita, ¿lista para irnos?- mi corazón latió desbocado y los 5 vampiros en la habitación lo notaron y comenzaron a reír. – Bella espera a estar a solas con edward… Aun no te emociones – comento Emmett – mientras todos reían y yo me sonrojaba.

Edward me saco de allí rápido y se lo agradecí enormemente, un minuto más y hubiese muerto de vergüenza.

Corrimos por el Bosque y yo me aferraba cada vez más fuerte a Edward, notando que aunque íbamos corriendo a gran velocidad su respiración era absolutamente controlada. Me acerque a su frío cuello y lo bese con dulzura, cada segundo me tenia que repetir a mi misma, que todo era real y no un producto de mi mente. – gracias por eso, se siente bien. – Siempre a la orden- le dije picaramente.

Atravesamos un denso follaje y Edward trepo un par de árboles conmigo a cuestas. – agarrate fuerte mono-araña – dijo mi Vampiro y note como sus mejillas se arrugaban por una sonrisa. Rodé los ojos y apreté mi agarre. Luego de lo que pareció ser todo subida nos detuvimos lentamente. – Ya llegamos Bella – musito Edward y abrí los ojos para toparme con lugar muy diferente a los que acostumbraba ir. Era una especie de colina en cuyo punto más alto había bancos hechos de cemento, y pequeños óvalos del mismo material en el suelo.

A pesar de la débil iluminación proveniente de la luz de la luna y algunas estrellas, note que todo estaba cubierto con pequeñas flores y un poco de maleza. Edward me tomo la mano y sentí un flujo de corriente recorrer mi mano. No podía creer que aun tuviese ese efecto en mi… apenas me toca y todo en mi se conmociona. Me guió hacia delante y ante mi se fueron dibujando un millón de lucecitas. Era la vista nocturna de Oxford que se extendía a nuestros pies y abarcaba todo lo que mi vista humana podía observar. – Esto es hermoso Edward… no tengo palabras… - me acurruco en su pecho y yo suspire de satisfacción. – Este es un mirador escondido en Oxford – canturreo Edward – nos encargamos de ahuyentar a todos los humanos que sabían de su existencia. Incluso cerramos el camino que conducía a el. –Ustedes son unas criaturas perversas- murmure en tono de chiste. – Ah si – contesto enarcando una ceja. – si! – le dije retándolo y ensanchando una sonrisa enorme. Me tomo de la cintura y me elevo para después caer juntos al suelo. Coloco primero su cuerpo para que sirviera de amortiguador. –¿Tiene idea del efecto que causa en mi señorita?- canturreo Edward en mi oído. – digamos que si tengo una mínima idea. – murmure mientras veía en la profundidad de sus ojos. Me incline y sin pensarlo bese sus gélidos labios. Nuestras bocas se movían en sincronía perfecta mientras que miles de sensaciones recorrían mi cuerpo. Puse mis manos en su cuello y el acaricio mis muslos. Mi corazón latió desbocado y por un instante olvide respirar. Edward se soltó de mi agarre suavemente y en contra de mi voluntad para después murmurar – Respira Bella… - lo siento lo olvide – le conteste y ambos reímos.

- Oxford, estuve aquí hace 50 años. Cuando aun no existían las modernidades de hoy en día. Te hubiese gustado… las personas eran amables, los hombres caballerosos. De eso ahora solo quedan las películas. – ¿Edward como eran las cosas en 1918, cuando eras humano?- ¿en Chicago te refieres?- asentí con la cabeza – Bueno yo y mis padres vivíamos holgados, podíamos darnos ciertos lujos, mi padre era respetado en la comunidad, y mi madre muy querida. Eran buenas personas, siempre ayudaban a todo el que lo necesitase. Yo por mi parte tenia aspiraciones como soldado, quería ir a la guerra aunque si me hubiese enamorado esos planes se habrían desechado. -¿Qué hubieses hecho? – Pregunte con curiosidad – si hubiese conocido a una chica que tuviese al menos la mitad del efecto que tienes en mi le habría pedido que fuese mi esposa. Le habría puesto un anillo en su dedo sin pensarlo. – wow… las cosas eran bastante diferentes en aquel entonces. – quise cortar con el tema del matrimonio era incomodo para mi, pero Edward parecía gustarle. – ¿tu que opinas del matrimonio? – Pregunto, y yo detuve la respiración – No me gustan los compromisos. No me veo presentándole a mi “prometido a Charlie y a Rene”. –y ¿cuando me presentaras como a tu novio? – ¿Eso eres?- respondí – Se podría decir que si – musito con una sonrisa torcida en sus labios – pero nunca te he dicho que si… - tienes razón que descortés soy. Señorita Bella Swan ¿quiere ser mi novia? – sentí como me ponía roja, ensanche una sonrisa y le dije que si estampadole un beso en los labios que lo tomo por sorpresa. Edward cortó para mi una de las florecitas del suelo y me la extendió.La tome delicadamente entre mis manos, tenia tonalidades Azules y en el centro tonos rosados. Sencillamente hermosa, todo el lugar lo era.

Nos quedamos en silencio un rato yo apoyada en el regazo de mi novio, y con la hermosa flor que me había regalado. Edward comenzó a canturrear una canción muy bajito y poco a poco me quede dormida en sus brazos y con la ciudad a nuestros pies.

Bueno como siempre me emociono y publico mas de la cuenta. Esta vez por suerte me contuve y deje algunos capis terminados guardaditos para publicar proximamente. Un besito a todos y todas!!!!!! Gabi. PD: estoy abierta a sugerencias, no sean flojitos y comenten... XD