Una Noche Especial

Capítulo 2. Romance Perfecto

Cuando estábamos bastante cerca pude comprender a donde me estaba llevando, era nuestro prado que se veía aun más encantador iluminado tan solo por la luz de la luna y unas pocas estrellas que se dejaban entrever en el cielo nublado.

- llegamos señorita Swan – musitó mientras me bajaba lentamente.

Note que tenia una gruesa chaqueta de lana en su otra mano que reconocí como mía, solo que no lo había visto tomarla. Me senté en la grama y Edward imitó mi movimiento, sabia por que me había traído al prado, hoy seria nuestra noche especial, me entregaría al ser que mas he amado en toda mi vida. No podía imaginar un lugar mas hermoso, y recordé que aquí Edward se mostró ante mi sin mascaras ni falsas fachadas, nuestro primer beso y ahora seria nuestra primera vez.

Miles de mariposas revoloteaban salvajemente en mi estomago y la adrenalina comenzó a correr junto con mi pulso que también se disparo.

Edward se acerco más a mí y poso sus labios sobre los míos, cerré mis ojos automáticamente y me sumergí en un beso suave, lento y profundo. Acaricio mis muslos y yo entrelace mis dedos hundiéndolos en su cabello. Bajo sus labios a mi cuello y lo beso, succionándolo suavemente y aspirando mi aroma. Poco a poco iba perdiendo el control de mi misma, y con cada roce suyo mis terminaciones nerviosas cobraban vida propia. Lleve mis temblorosas manos a su camisa y me dedique a desabotonarla. El hizo lo mismo con la mía. Y quede con el torso desnudo puesto que no dormía con sujetador. Se deshizo de su pantalón de mezclilla y pude sentir su gélida dureza contra mi intimidad solo separados por la ropa interior. Me apoyo en su regazo y yo pose sus manos en mi sexo. Introdujo suavemente un dedo que se deslizo fácilmente por mi evidente humedad. Jadee de placer queriendo que continuara pero Edward me recostó por completo en la grama y beso y succiono todo mi cuerpo, deteniéndose primero en mis pechos cuyos pezones ya estaban erguidos, y bajando por mi abdomen hasta llegar a mí centro. Vibraba con cada una de sus heladas caricias hasta que beso mi intimidad y no pude contener un gemido. El ronroneo de gusto mientras seguía trabajando en mi y yo arqueaba la espalda con cada movimiento de su lengua. – Edward entra en mi, tómame ahora – logre decir entre incontenibles jadeos. Me mostró una sonrisa tierna – Te amo- musito con voz ronca y aterciopelada. Mientras se introdujo en mí. Sentí una leve presión, un tanto incomoda, pero Edward era muy cuidadoso, nuestras miradas se encontraron y me perdí en ella. Haciendo que todo dolor se borrara y me olvidara hasta de respirar. Se movió dentro de mí suavemente para no hacerme daño, y poco a poco fui sintiendo cada vez mas placer mientras nuestros cuerpos se amoldaban y encajaban a la perfección. Aumento el ritmo, y entrelace mis piernas en su espalda. De su pecho salían gruñidos guturales que hacían que me excitase aun mas, me deje llevar por el placer y mis gemidos no se hicieron esperar. Cada embestida era más fuerte que la otra sentía que estaba perdiendo la cordura. Edward rugía con fiereza y entre mis jadeos note como arrancaba la fina hierba del pasto. Volvió a besarme y entre fuertes embestidas nos abrimos paso a un paraíso de sensaciones al cual nunca antes había tenido acceso.

Nos quedamos tumbados en la grama, y rápidamente mi novio me cubrió con la chaqueta de lana que había traído para mí.

Guardamos silencio unos minutos y busque su frío y marmóleo regazo para ver las escasas estrellas que brillaban en el cielo nocturno de forks.

-Dime qué has hecho conmigo, que no respiro nada que no sea tu aire ni siento nada que no te pertenezca. Siento que esto es un sueño, y no despertaré de ti, tu amor será mi sueño y tú mi refugio: no despertaré de ti para siempre soñar contigo. Mátame o ámame...- murmure extasiada

-Te amé incluso antes de que nacieras, sin conocerte pero sintiéndote, sin mirarte pero conociéndote, te amé porque supe que en algún lugar existías, y ahora además de amarte, puedo adorarte. Somos uno solo Bella.-susurro bajito y con voz aterciopelada mi vampiro.

-me abrumo la realidad de sus palabras, y me deslumbro el momento. Cerré los ojos y me sumí en un sueño profundo.

Fin
Agradecimientos a http://frasesdeamor.biz.com/. de Alli saque fragmentos de dos frases.